domingo, 22 de febrero de 2015

Y tú... ¿de qué tipo eres?

¿Es una verdad universal o me baso en mi propia forma de verlo? A todo el mundo le gusta que se le escuche, es más, todo el mundo necesita ser escuchado.

Pero, ¿por qué llegan a existir tantas diferencias entre personas aparentemente parecidas o que pueden llegar a compenetrarse a la perfección?

Los seres humanos, de forma intrínseca a nuestra propia naturaleza, somos seres sociales. ¿Qué quiere decir esto? En cada individuo, se manifiesta de una forma distinta. Pero en términos generales, necesitamos vivir nuestra vida en contacto con la gente, compartir nuestras experiencias con iguales, tener relaciones más especiales con ciertas personas que dan lugar a una gran amistad, a la más bella historia de amor o, por el contrario, a experiencias traumáticas o dolorosas. Pero siempre en relación con "otros".

En esa relación, la base es la comunicación. Cada uno sentimos lo que nos pasa de una manera y al convivir con otros nos relacionamos mediante la comunicación. Ya sea hablando, con una mirada, un gesto, un abrazo, un beso, una carta escrita... todo eso es comunicación. Y la hay de tan diversas formas como número de personas existimos en la Tierra.

Hay gente que necesita irremediablemente ser escuchada, necesita expresar todo lo que siente, lo que le ha sucedido, le gusta sentirse percibido y con un apoyo o alguien que esté ahí para él en un preciso momento.

Otras personas disfrutan la escucha, están ahí y se deleitan siendo partícipes de las historias de esa parte del mundo que requiere expresarlas y le "queman" por dentro. Tanto que si no las verbaliza en algunas ocasiones siente como si no fueran del todo reales. Si no las saca de sí mismo, no terminan de haber sucedido. "No se cierra ese círculo" que muchos necesitan para estar en paz. Este tipo de personas también sienten ese placer, satisfacción o bienestar en saberse necesitados, buscados y vitales para otra persona en cualquier parte del mundo.

Ambos lados de esa moneda se necesitan para completar el todo. Ambos tipos de persona se complementan, muchas veces -lo ideal- una misma persona cumple esos dos roles. Pero, si miramos dentro de nosotros mismos, siempre somos más de "un tipo". ¿Tú de qué tipo eres?

Siendo totalmente transparente, y aunque en ocasiones me gustaría ser de otra manera, yo soy de las que necesita hablar, expresar, sentir a través de las palabras. Sean habladas, escritas, gestos mudos... Necesito sacar todo lo que a través de mis días, cuerpo y mente van registrando, como si de una "agenda de vida" se tratara. ¿Es eso algo malo? ¿Deberíamos ser capaces de vivir sin tener que contar o expresar todo lo que nos pasa? Mi respuesta es que no, no es malo, lo malo es reprimir algo que lo más profundo de ti te pide que hagas. Ir contra las entrañas de uno mismo es lo realmente dañino. Y la persona que más daño nos  puede hacer en el mundo es aquel que mejor nos conoce... nosotros mismos.  

También hay que saber estar solo, disfrutar de la soledad y de esos momentos para uno mismo. A veces aterra pero es necesario aprender esa parte de nosotros. Así es como realmente te haces a ti mismo. Aunque seamos seres sociales, también tenemos que aprender a convivir con esa persona que tanto nos conoce: uno mismo. 

Igual que necesito hablar y contar; disfruto cuando alguien es el que me busca a mí, necesita que sea ese hombro, esos oídos atentos y esa mirada esperanzadora al terminar de hablar. Me siento afortunada y a la vez en una importante posición. Lo ideal es rodearse de gente que te haga alternar esos dos roles, que te haga sentir la libertad de poder estar en cualquiera de ellos. Hoy por ti, mañana por mí.





"Seamos nuestro mejor amigo, nunca nuestro más vil enemigo"


2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo! Hay que saber escuchar y a la vez expresar todo lo que nos ocurre y que tenemos necesidad de compartir con los demás! Una vez más, olé! Nerea (muchos besitos guapísima!)

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  2. Pues si, eres muy valiente. Pensar todo esto y ponerlo en público, me parece demasiado personal.
    Hace unos días estuve intentado hacerle una dentadura a un sordo y le dije que mejor que se pusiera antes un par de audífonos. El me dijo que así estaba muy bien, que no le hacía falta ( a mi si que me hacía falta por lo menos durante unos días) El dice que para leer y la mayoría del tiempo está solo no le hace falta. Este sr seguramente difiere bastante de tus pensamientos
    Un abrazo jajr

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