México te temo, pero México... te amo

Ayer fue 20 de noviembre. Ayer era un día importante, un día clave, un día histórico para México. México se puso en pie, salió a las calles y levantó la voz. Gritó por los que no pueden, habló por aquellos a los que ya no podemos escuchar y se quejó por todos los que ya nunca podrán hacerlo.

Ayer, 20 de noviembre, se cumplía el 104 aniversario de la Revolución Mexicana y la Secretaría de Gobernación tenía previsto un desfile militar conmemorativo. El desfile no se celebró, tampoco la sesión ordinaria en la Cámara de Senadores. El DF tenía otros planes y nada iba a cambiarlos.

#20NovMx #AyotzinapaSomosTodos #43 #Vivoslosqueremos #NoEstamosTodosFaltan43 #YaMeCanse. La capital mexicana fue testigo de una marcha multitudinaria convocada por los padres y compañeros de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa. El día de ayer será recordado por todos los mexicanos, en todos los Estados, por muchos habitantes del mundo que se sumaron a esa lucha, por todos, por mí...

Ayer salí de trabajar tarde, estaba muy cansada, me dolía la espalda... pero algo dentro de mí me decía que tenía que unirme a esa marcha. La gente llevaba en las calles desde la mañana, partiendo de muchas zonas de la ciudad y todos llegando a un mismo punto. Yo tenía que aportar mi granito de arena, yo le debía eso a México, mi presencia, mi fuerza. Un trocito de mi corazón es mexicano y una pequeña parte de mi se siente "chilanga de adopción". Sentía que debía estar ahí y allí estuve.

Desde Bellas Artes fuimos caminando hasta el Zócalo. Banderas de México, donde las franjas verdes se habían tornado negras. La gente gritaba consignas, cantaba, bailaba, se respiraba unidad, lucha en conjunto, fuerza, entereza, luto. Gente de todas las edades pero predominaban los jóvenes, quejándose de que ellos ya no quieren aguantar más. #YaSeCansaron. Sentí algo por dentro, que algo puede cambiar, que este país puede cambiar y su pueblo lo pide a gritos. 

Temo al México en el que no sabes si te puedes subir a un taxi por seguridad. Temo al México en el que 43 estudiantes puedan ser tomados por las fuerzas policiales, entregados a un grupo delictivo y se descubra que un Gobernador y su esposa son los responsables de su fatal destino. Temo al México en el que al buscar a estudiantes desaparecidos, indagan en fosas y basureros y, en esta búsqueda, se encuentren cuerpos de otras personas. Temo al México en el que los medios de comunicación muestran una porción de la realidad según les conviene y todo lo que esta perspectiva puede influir en el país.

Hace unas semanas fuimos al cine a ver "La dictadura perfecta". En clave irónica y de humor (negro, muy negro), Luis Estrada muestra cómo funciona un México corrupto y cómo la política y los medios de comunicación entrelazan sus signos vitales hasta parecer un mismo ser vivo. Escalofriante. Temo a ese México.. 

Pero... amo al México diverso por el que llevo casi dos años aquí. Vine para un año y, por el momento, no tengo fecha de vuelta. Amo al México de diversidad de colores, de diversidad de gentes, de diversidad de oportunidades, diversidad de mundos en uno mismo. Amo al México que me ha acogido, me ha enseñado, me ha hecho trabajar, me ha hecho reír y me ha hecho llorar. Amo al México vibrante que en ocasiones me da miedo pero me engancha tanto que sé con absoluta certeza que, cuándo llegue el momento de partir, siempre llevaré una parte de él, en mí. 

"México, creo en ti, porque escribes tu nombre con la X que algo tiene de cruz y de calvario"