“Cuánto más tiempo tenemos, menos cosas hacemos”. Expresión tan
manida que todos hemos oído y dicho seguro alguna vez. Lo peor es cuando te
encuentras en esa situación y ves que hay días que te cunden mucho y en los que
todo “avanza”… y otros en los que el mundo se para y tú te paras con él.
Inmóvil, como si la propia abundancia de tiempo te impidiera sacar provecho de
él. Exasperante.
Me hago listas con millones de
cosas que tengo que hacer, hay días en los que fielmente voy tachando una tarea
tras otra (¡cómo adoro ese momento de ir tachando!)… y hay otros en los que no
hago más que anotar nuevas líneas y no tachar ni una de ellas. La lista crece y
mi actividad desciende. ¿Por qué?
La inactividad llama a la inactividad
y la inspiración –como muy bien decía Picasso- nos tiene que encontrar
trabajando. Tú no la buscas, ella te encuentra. Me he sentado a escribir este
post muchos días, frente a la hoja en blanco, a la pantalla pidiendo frases,
palabras, letras… y nada. No llegaba nada. Una buena amiga me dijo, ¿Por qué no escribes sobre eso?
Ya he cruzado la línea de los dos
meses. Sigo en México y sigo sin trabajo. Estoy haciendo todo lo posible por
encontrarlo, “moviendo todos los hilos posibles”… ¿quizás es que él me
encontrará a mí? No lo creo, esta es de las cosas que hay que buscar, no llaman
a tu puerta. En ello andamos… Muchos días me decía a mí misma “El día que encuentre trabajo, escribo post
sobre eso y sobre lo contenta que estoy”. Pero no, eso no va a así. Si
quiero escribir, tiene que ser porque sí, no porque tengo trabajo.
En este proceso de búsqueda de
trabajo, aunque a veces me cueste verlo, también estoy aprendiendo. Puedo verlo
como un aprendizaje, aprendizaje de cosas que no conocía, de momentos, de
reacciones y de situaciones que preferiría no tener, pero que –tarde o
temprano- casi todos tenemos que pasar. ¿Por
qué no pasarlas ya?
Cuando nos dicen que hay que
aprender de los errores… ¿esa frase podría ser extensible a los “no éxitos”?
Cuando intentas algo y te equivocas, yerras y caes: aprendes a elegir otro
camino la próxima vez. Pero cuando no caes, simplemente “no pasa nada” y los
éxitos o las buenas noticias no terminan de llegar… ¿de ahí también podemos
aprender? Creo que la mejor lección aquí
sería una buena combinación de paciencia, fuerza y tesón. Y… ¿por qué no?
Esperanza.
Durante este tiempo, además de
buscar trabajo, estoy haciendo otras cosas. Leer. Mi magnífico curso de
oratoria. Hacer deporte. Aprovechar a hablar más con mi familia y amigos
(¡bendito skype!). Ver muchas series y películas… Puede parecer una pérdida de
tiempo… Pero para mí no lo es. Cuando
tienes tanto tiempo, le das muchas más vueltas a las cosas y desmenuzas,
diseccionas, analizas y cuestionas todo mucho más a fondo. He aquí una
pequeña selección…
- Película “El lobo de Wall Street”
La ambición puede ser buena para ascender, para
aprender, para crecer… pero ¿cuál es su límite? ¿existe un límite? ¿lo marca
cada uno o existe un límite para todos? ¿Qué estamos dispuestos a perder para
conseguir todo lo que queremos? ¿Es mejor tener siempre esa motivación para
querer llegar a más o ese preciso estímulo es el que nunca te hará llegar a ser
feliz con lo que tienes/eres? Una vorágine de bacanales y desenfreno –drogas,
sexo, desnudos por doquier- que también da
que pensar.
- Película “12 años de esclavitud”
¿Cómo puede realmente un hombre creerse en la
capacidad de poseer a otro semejante? ¿Cuánto tiempo es capaz de soportar la mente humana la falta
de libertad? ¿Dónde está el límite en el que una persona deja de “luchar” y se
resigna a la condición que –en teoría- le corresponde? ¿Qué es lo que empuja a
una persona a saber qué saldrá de una situación indeseada? ¿Esperanza?
¿Justicia? ¿Confianza? ¿Compasión? Sufrimiento y valentía definen este filme.
- Serie "House of Cards":
¿El fin justifica los medios? ¿Dónde está el límite de lo
permisible –no hablo de justicia, sino de la conciencia de cada uno- para
conseguir un objetivo? ¿Cuál es el sentimiento que describe cómo se siente una
persona acostumbrada a coaccionar y hacerse servir de los demás, cuándo él
mismo se encuentra en esa posición? ¿Esperará acaso compasión de su
contrincante? Poder, sexo, periodismo, traición, política: curiosa combinación.
- Película “Declaración de guerra”
¿Es capaz una pareja unida de aguantar TODO? ¿El
amor de unos padres puede con todo? ¿Hasta dónde son capaces de llegar unos
padres por la salud de su hijo? Sin caer en la sensiblería y combinando humor y
tristeza de forma muy sutil, esta película te hace pensar sobre el amor, la
amistad, la salud, los sistemas de sanidad…
- Película “La Vida de Adele”
¿Cómo se siente una persona joven cuando tiene dudas
sobre su sexualidad? ¿Cuánta gente habrá hoy en día reprimiendo sus impulsos y
sentimientos? ¿Se puede vivir así? … (Tras leer críticas y comentarios de las
actrices, sobre el rodaje, el director) Cada director tiene su forma de
trabajar y dirigir, ¿existen límites en lo que concierne a la elección/decisión
de los actores? ¿cómo se preparan los actores para grabar una escena de sexo?
¿qué tanto hay de real y de ficción? Dudas, pasión, determinación.
- Película “Blue Valentine”
¿Existe el amor para siempre? ¿Qué hace que el amor se
acabe? ¿Por qué se tiene que acabar? ¿Cuánto dura el amor? ¿Hay alguna fórmula
mágica para evitar que la rutina acabe con una pareja? A través de flashbacks y
con la ayuda de una “habitación del futuro” esta película realmente te hace
reflexionar sobre el amor de una manera poco convencional.
- Libro “Un mundo feliz” (Aldous Huxley)
¿Sería mejor un mundo en el que no hubiera
que plantearse las cosas? ¿un mundo donde no existieran conceptos como padre, madre,
familia, historia, literatura…? ¿Merece la pena un mundo en el que el amor no
exista? ¿Merecería la pena un mundo sin problemas económicos ni sociales, una
posible utopía? ¿Merecería la pena un mundo en el que existen clases desde el
mismo momento en el que se incuba tu embrión? ¿Qué sería de nosotros con la
denominada “soma” – droga de la felicidad instantánea? ¿Qué sería de nosotros
en un mundo con acceso ilimitado a drogas y sexo, garantizado mediante el incesante
y adormecedor lavado de cerebro? Este increíble relato presenta una realidad
que ahora vemos como imposible pero que hace plantearse tantas preguntas sobre
nuestra realidad y la felicidad de la sociedad actual. Indudablemente, un MUST.
- Curso de oratoria: “Mi pasado, presente y futuro”
Un día en el curso de oratoria
nos pidieron que escogiéramos tres objetos y construyéramos nuestro discurso en
torno a ellos, explicando por qué cada uno representaba nuestro
pasado, presente y futuro. Esta fue mi elección:
Pasado: un fular (a largo plazo:
protección y cobijo de mi círculo más cercano; a corto plazo: mi año en
Jordania)
Presente: una caja de
herramientas (con la que estoy comenzando a construir mi carrera profesional)
Futuro: una nariz roja de payaso (haga lo
que haga, viva donde viva, trabaje en lo que trabaje, quiero siempre buscar e
intentar ser feliz)
"Es
necesario aprender lo que necesitamos y no únicamente lo que queremos"
(Paulo Coelho)
De las pelis solo he visto 12 de esclavitud
ResponderEliminarLas otras estan pendientes
Me gustan tus reflexiones
La primera a mi cada vez me pasa mas: cuanto mas tiempo me da la impresio que me cunde menos
Un abrazo jajr
"Es necesario aprender lo que necesitamos y no únicamente lo que queremos". Me lo apunto. No sabes lo bien que me ha venido leer este post...Sigue haciéndolo. Saca un hueco a esa apretada agenda...lo necesitamos
ResponderEliminar